Ni por estar detenido pierde su chispa cómica. El famoso presentador sorprendió con su peculiar defensa durante la audiencia, argumentando no recordar datos clave debido a una condición médica.

Andrés Hurtado, conocido como Chibolín, sigue bajo el escrutinio público tras su reciente detención en septiembre de 2024, vinculado a investigaciones por lavado de activos y tráfico de influencias. El presentador ha utilizado su conocida actitud irreverente incluso en momentos judiciales pese a la gravedad de las acusaciones. En su audiencia, Hurtado respondió de manera sorpresiva, alegando que no podía recordar información básica debido a que padece Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), lo que desató un sinfín de comentarios negativos tanto en la prensa como en redes sociales.
Las investigaciones apuntan a posibles vínculos con personajes del mundo judicial y a la facilitación de conexiones entre empresarios y jueces para obtener beneficios ilícitos. Sin embargo, durante sus intervenciones ante el juez, Chibolín reiteró no saber nada de las acusaciones en su contra. Afirmó, además, que enfrenta una situación económica complicada, ya que ha sido desalojado de sus viviendas alquiladas debido al escándalo. Las declaraciones han sido recibidas con escepticismo, mientras la Fiscalía avanza con las investigaciones.
El TDAH: Su defensa inesperada
Durante la audiencia de control de identidad, Hurtado mencionó que sufre de TDAH, justificando que esta condición le impide recordar detalles como su número de teléfono o incluso el nombre de su padre. Esta afirmación, lejos de generar empatía, ha levantado dudas entre los espectadores y las autoridades, que ven en su discurso un intento de evitar respuestas comprometedoras. Al mismo tiempo, Chibolín reveló que sus ingresos mensuales alcanzan los 300 mil soles, una cifra que contradice la imagen de “víctima” que busca proyectar, complicando aún más su situación legal.

Las afirmaciones de Hurtado van más allá de su condición médica. En su defensa, también se excusó afirmando que no completó sus estudios secundarios, lo que, según él, lo limita para entender la magnitud de las preguntas del juez, siendo desmentido rápidamente por la RENIEC. No obstante, la Fiscalía se mantiene firme en la línea de investigación, revisando sus propiedades y conexiones con figuras del poder judicial.
La renuncia de su abogado y un futuro incierto
Otro giro inesperado en este caso fue la renuncia de su abogado, Julio Rodríguez, quien decidió retirarse del caso, alegando que la situación legal de su cliente se ha vuelto insostenible. Rodríguez admitió que enfrentarse a tres investigaciones fiscales simultáneas es una tarea compleja, especialmente cuando las pruebas en contra de Hurtado parecen acumularse con cada nuevo hallazgo.

Con la posibilidad de enfrentar hasta 36 meses de prisión preventiva, Andrés Hurtado se enfrenta a un panorama legal difícil, donde su humor y tácticas mediáticas podrían no ser suficientes para evadir la justicia. Mientras tanto, el público sigue expectante, observando cómo este controvertido caso se desarrolla en los tribunales y en los titulares de la prensa nacional.

El desenlace de la investigación todavía está por verse, pero lo que es claro es que, a pesar de su conocido apodo y las sonrisas que alguna vez despertó en el público, Chibolín se enfrenta a un futuro incierto donde el humor podría no ser la mejor defensa.