SORDA, CIEGA Y TERCA

Foto: inoticias.cl

El país parece un barco a la deriva, donde el capitán brilla por su ausencia en la línea de gestión gubernamental. La presidenta por sucesión constitucional, Dina Boluarte, no da la talla para el cargo, y de lejos cualquiera se puede dar cuenta que nunca estuvo preparada para gobernar. Su accionar es la de una mandataria sorda, ciega y terca, pues no escucha el clamor y las demandas de la calle que exigen solución a sus problemas; se torna ciega, pues no quiere ver la realidad en la que está desenvolviéndose, donde la pobreza y la extrema pobreza aumentan, la inseguridad ciudadana avanza en forma galopante, pero a ella no parece importarle, es como si estuviera viviendo en el mundo de “Alicia en el país de las maravillas”.

Lo peor de todo es que es una persona terca, pues a pesar de las constantes pifias e insultos que recibe de parte de la población, por ser una mandataria mediocre y sin liderazgo, que cuenta con solo 5% de aprobación, insiste en que el país está muy bien y que avanza en su proceso de desarrollo, algo que no se lo deben creer ni los integrantes de su gabinete ministerial, que seguramente no le dirán nada porque prefieren “la quincena a la historia”. Exhibirse ante la población cantando “el gato ron ron”, que más parecía ser una profesora de kinder, ya es el colmo, de repente la traicionó el subconsciente y lo que quiso cantar es el “gato Cerrón”, su verdadero jefe político, quien está fugado por corrupto, y para ella, esto, bien gracias.

Si viviéramos en una democracia normal, con una clase política inteligente y decente, hace rato que ya hubiese sido vacada de la presidencia, para que no le siga ocasionando más daño a nuestra Nación con su mediocre e insensible accionar.

En su estancia en Palacio, más da la impresión de ocupar su tiempo y sus ímpetus en defenderse de las acusaciones por corrupción en las que está siendo investigada: supuesta cajera de la organización criminal de Perú Libre, de la cual fue secretaria de Economía, el caso de los relojes Rolex que risiblemente aduce que se los prestó su wayki Oscorima, algo poco creíble, más parece una coartada de defensa legal; el caso de “los waykis en la sombra”, donde está implicada junto a su hermano Nicanor Boluarte; el caso de los más de 70 muertos por las revueltas del 7 de diciembre del 2022; así como su desbalance patrimonial, entre otras perlas que han salido a la luz. Con todo este mar de sospechas, la presidenta por sucesión, Dina Boluarte, no debe dormir tranquila y como se trasluce, los mayores esfuerzos los está dedicando a defenderse para librarse de estos procesos en vez de gobernar en bien del país.

Todo este caos y mediocridad gubernamental, es permitido interesadamente por un Congreso también corrupto y mediocre, salvo excepciones, que la sostienen vergonzosamente, formando un binomio Parlamento – Ejecutivo, con el único propósito de que puedan llegar juntos hasta el 2026. Aunque no sabemos si esto al fin de cuentas se podría concretar -ante tanto desgobierno y corrupción- no se descarta todavía un adelanto de elecciones. 

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